Jesús Pinedo
«Acompañar los procesos de mis pacientes me ayuda a permanecer conectado conmigo mismo, y me enseña cosas sobre mí que había descuidado o ignoraba.
Me gusta mi trabajo!«
Jesús Pinedo
Soy psicólogo sanitario (colegiado A-831) graduado en la Universidad de Valencia, maestro por la Universidad de Zaragoza y psicoterapeuta formado en la EPV de Valencia con Vicente Cuevas y Maru Martí.
Estoy acreditado por la AETG (Asociación Española de Terapia Gestalt), la FEAP (Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas) y Europsy (Certificado Europeo en psicoterapia)
Llevo trabajando como psicoterapeuta desde 1998. Antes fui maestro y educador, especialmente en ámbitos sociales, lo que me ayuda a acercarme a los procesos de terapia como procesos de aprendizaje compartido.
Trabajo a nivel grupal y a nivel individual con adultos. Además, desde que en 2006 presenté ante la AETG la tesina «Las pérdidas y sus duelos en la vida y en la terapia», superviso a terapeutas, soy coordinador de formación en Terapia Gestalt en el Centro de Psicoterapia Integrativa de Zaragoza y participo como docente en la formación de terapeutas también en San Sebastián.
La Gestalt es la raíz de mi trabajo. Descubrí este enfoque en 1993 de la mano de Jorge Puig y desde entonces no he dejado de aprender de él. A la vez, he estado permanentemente estudiando otros enfoques terapéuticos que enriquecieran, cuestionaran y ampliaran esa raíz esencial: cognitivo conductual, corporal, estratégico, sistémico… y en los últimos años el psicoanálisis relacional de Hugo Bleichmar y la psicoterapia sensoriomotriz de P Ogden. Creo que la flexibilización de estructuras rígidas que supone el proceso de terapia requiere necesariamente de la flexibilidad simultánea del terapeuta y su modo de trabajar. Por eso, huyo de dogmatismos y ortodoxias y trato de aplicar un modo de trabajo personal y a la vez adaptado a la necesidad de cada paciente.
Me siento comprometido con mi profesión, mis pacientes y mis compañeros en el aprendizaje permanente: la actualización, la reflexión crítica, la escritura, la construcción compartida de nuevas alternativas y esperanzas… Por eso participo en foros formales e informales de debate, formación y supervisión de mi labor.
Creo que el cambio social y el cambio personal se influyen y potencian mutuamente, y siento que con mi trabajo contribuyo a generar no sólo actitudes individuales más saludables, sino también relaciones más honestas, cálidas y enriquecedoras para todos.
¡Me gusta mi trabajo!
Acompañar los procesos de mis pacientes me ayuda a permanecer conectado conmigo mismo, y me enseña cosas sobre mí que había descuidado o ignoraba. Me siento privilegiado cuando un paciente decide que lo acompañe en un momento importante para él, de ser testigo de cómo la delicadeza y la fuerza, el dolor y la alegría, el temor y el coraje bailan y se van desenvolviendo en su proceso de crecimiento. Ser terapeuta aumenta mi esperanza en el ser humano y me hace sentir más vivo.